Uno de los aspectos que mejor distingue a nuestro colegio es el afán por la creatividad en gran parte de las asignaturas. Obviamente, algunas de ellas son más susceptibles de abrir los brazos a la imaginación en forma de propuestas. Seguramente la Educación Plástica y Visual es la materia con más números para salir de la ortodoxia y estimular el talento creativo.
Es habitual que los dibujos sobre el cuaderno de láminas o sencillas manualidades compongan el menú tradicional de esta asignatura. Ya no lo es tanto que el curriculo dé paso a creaciones tan variadas como castillos o catedrales, recreaciones históricas de gran calidad, una exposición de zapatillas «auto tuneadas» e incluso una colección de pequeños monstruitos en forma de animales o insectos recreados al libre albedrío.
Todo se recicla. Todo se aprovecha o reutiliza. Cualquier material abre un mundo infinito de posibilidades para que una asignatura, nunca mejor dicho, cobre vida en otra dimensión.